[color="#000080"]18. INICIOS DE JULIO, 1757
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¡Los rusos han llegado!
Las tropas rusas por fin empiezan a invadir Prusia Oriental, como era del todo previsible. Ya hay una pequeña fuerza rusa asediando Memel, en el extremo norte, una ciudad poco fortificada y mal defendida, aunque por suerte su importancia estratégica es muy limitada.
Sin embargo en las fronteras con Rusia, una gran fuerza se está amasando y con toda seguridad se dirigirá hacia Königsberg, veremos hasta cuándo puede durar la resistencia de la ciudad, pues será vital para ganar tiempo para otros sectores igualmente asediados por el enemigo.
En el flanco austriaco, el asedio de Praga va dando frutos, ya que se ha conseguido abrir brecha en las fuertes fortificaciones de la ciudad y de momento además sin noticia alguna de reacción por parte del enemigo en el sentido de intento de liberación de la guarnición asediada.
En Silesia la situación sigue tranquila con las fuerzas propias en Schweidnitz y las enemigas en Königgratz observándose mutuamente.
En el Norte llega un momento decisivo: Anhalt atacará a las tropas suecas en Stralsund en una batalla que marcará de forma profunda el transcurso de la campaña en este flanco. Como observé antes, disponemos de una fuerza cohesionada y bien mandada, pero nos enfrentamos a un enemigo numeroso, atrincherado y en un excelente terreno defensivo.
En Wismar, el asedio no prospera y además como explicaré un poco más adelante, se producirán cambios significativos en el mando, al dirigirse Ferdinand hacia Hanover.
Algo se mueve en un sector relativamente seguro hasta ahora para Prusia como era la conquistada Sajonia: una fuerza imperial parece dirigirse hacia Chemnitz o Leipzig, por lo que Lehwaldt se desplaza con sus fuerzas hacia la segunda ciudad, que dispone de un depósito e importantes cantidades de suministros y municiones. Sin embargo, el hecho de no estar activado, ralentizará su avance.
Dada la situación en el flanco francés, donde el comandante de las tropas en aquel sector, el Duque de Cumberland, no es un comandante especialmente talentoso, se toma una decisión importante: Ferdinand de Braunschweig abandonará el servicio como general prusiano para hacerse cargo de las fuerzas en aquella zona, sustituyendo al británico, una decisión que aunque necesaria, acarrea una fuerte pérdida de moral y puntos de compromiso.
Así las cosas, en el flanco francés, continua el asedio sobre Wesel sin ningún resultado y con un Cumberland a punto de ser reemplazado por un líder mucho más capaz que él.
Otra decisión de importancia de este turno es la situación de Danzig: una ciudad polaca en pleno camino de tránsito de Prusia Oriental hacia Pomerania y por tanto el corazón de Prusia. Es obvia por tanto la necesidad de que la ciudad siga siendo neutral y no abastezca a los rusos que puedan pasar por aquí llegado el caso, por lo que no se duda ni un momento en pagar a las autoridades de la ciudad para conseguir el mantenimiento de esta neutralidad.
Además, después de unos períodos realmente convulsos políticamente hablando en Gran Bretaña, parece que por fin se ha formado un gobierno de coalición lo cual dará estabilidad a nuestro aliado de forma que sólo puede repercutir positivamente en Prusia.
Otro Frei Bataillone es construido este turno, apurando al máximo la cantidad de unidades de este tipo que podemos construir y mezclándolos con brigadas ya hechas, lo cual permite liberar tropas regulares de esas brigadas que se van a reforzar cuerpos que aun no están al máximos de sus posibilidades (como el de Lehwaldt, por ejemplo.
Y si bien, hasta ahora la planificación que se había hecho, era para obtener unos resultados, el caso es que la realidad ha mostrado justo lo contrario. Un turno donde han empezado a haber batallas, la más importante de ellas la de Stralsund, una sonora derrota.
Un duro golpe para la estrategia norteña, ya que las tropas habrán quedado tocadas en fuerza y cohesión, viendo el resultado y los datos, temo que he pecado de excesivo optimismo y que tal vez haya que replantear la estrategia.
Las desgracias en este turno no han acabado ahí, las fuerzas rusas de Memel han conseguido abrirse paso entre las ligeras fortificaciones y asaltan (debían estar en postura de asalto, de manera que en cuanto se ha producido la brecha han atacado). El resultado estaba decidido y Memel cae en manos rusas.
Una fea sorpresa además, la fuerza imperial que hemos visto que avanzaba hacia Sajonia, llega hasta Leipzig y la asalta, Lehwaldt no ha conseguido llegar a tiempo y la ciudad es tomada por las tropas enemigas, destruyendo su pequeña guarnición.
Las cosas no parecen estar saliendo bien, y especialmente dolorosa ha sido la derrota en Stralsund, hay que conseguir enderezar la situación.