Una situación realmente rara se está produciendo durante esta campaña. Estamos en pleno verano, en el mejor momento para el desarrollo de las operaciones y para que los ejércitos maniobren con sus condiciones más óptimas. Sin embargo, después de las primeras violentas batallas producidas desde el final de la primavera, se ha instalado en Centroeuropa una calma más propia de los meses invernales, cuando las tropas se hayan mayoritariamente a refugio en sus cuarteles de invierno.
El Ejército del Elba se encuentra finalmente en Dresden recuperando fuerzas, sin ninguna señal de persecución de un enemigo que aunque derrotado ampliamente en Praga, sigue siendo superior en número. El Ejército de Silesia prosigue su defensa estática ante Schweidnitz (mis disculpas, perdí la captura de la visión general de esta zona).
Los rusos siguen asediando Königsberg, finalmente con eficacia. Han reunido varias fuerzas alrededor de la ciudad. Posiblemente estamos asistiendo a la cuenta atrás para la caída de la ciudad.
En el flanco francés, esta inesperada inactividad después de haber derrotado a los franceses a las puertas de Munster, ofrece una oportunidad. Wesel está débilmente sitiada por un contingente no demasiado numeroso, y por tanto el ejército de Hanover se pone en marcha. Avanzará la línea de defensa hasta la ciudad bañada por el Rin, mientras al norte una columna formada por los derrotados franceses parece en retirada hacia los Paises Bajos austriacos.
En Berlín, Seydlitz es nombrado definitivamente comandante del cuerpo de reserva del Ejército del Elba, ahora situado en la capital prusiana en respuesta al avance sueco. Dohna se hace cargo de las tropas del Freikorps, débiles fuerzas de milicia que serian la defensa última si todo lo demás fallase.
Se puede observar que Seydlitz es un oficial activo, con un 5 en estratégico que garantizará un alto porcentaje de mostrarse activo en el devenir de los turnos, un líder de caballería consumado y un hombre hecho para la acción ofensiva, más que para la defensiva.
Nada más tomar el mando de las fuerzas que le han sido asignadas, sale de Berlín hacia el norte al encuentro de los suecos. De momento fijará su posición justo al norte de la capital antes de iniciar un ataque directo sobre la fuerza enemiga, si es que ésta no se retira haciendo gala de sus erráticos movimientos.
Finalmente, la situación en Stralsund empieza a ser insostenible. No hemos conseguido ninguna brecha en las murallas de la ciudad que nos permita albergar esperanzas de un asalto directo, y el nivel de suministros empieza a ser alarmantemente bajo. Se teme que de no conseguir perforar las defensas suecas antes de que empiece el mes de agosto, nos veremos obligados a levantar el sitio y regresar a Stettin, una pena visto que esta vez habíamos podido iniciar el asedio que no pudimos en la campaña de 1757.
Mi estilo de juego es más pausado, creo que si intentara hacer algo como salir en tromba desde el primer momento, hasta la IA seria capaz de darme una buena paliza! 
. Hay una buena colonia de "socarrats" en Barcelona, mis tíos entre ellos. 
